miércoles, febrero 20, 2008

Renuncia Castro


Nos levantamos hoy con la noticia de que Fidel Castro, convaleciente de una grave enfermedad, renuncia a todos los cargos que ostentaba desde hace varios años en Cuba. Me ha llamado la atención que incluso haya renunciado al cargo de comandante en jefe, un cargo honorífico preñado de mucha simbología para los revolucionarios cubanos.

Hay varias interpretaciones alrededor de la noticia. Unos dicen que lo único que Castro ha hecho es certificar un proceso que había comenzado con su enfermedad y por lo tanto, no significa nada nuevo. Sin embargo, yo creo que este anuncio puede tener otras lecturas.

La primera lectura es que esta renuncia significa el inicio oficial de la transición a la época pos castrista. Un régimen que se basó en tener una tremenda concentración de poder en una sola persona ahora tendría que continuar su andadura con el poder repartido entre varios individuos, como sucede en casi todos los países del mundo.

La segunda lectura debería ser que el estado se salud de Castro es realmente grave. Y aunque su deceso no sea inmediato, la sensación de encontrarse viviendo sus últimas horas no le permiten seguir adelante con lo que él consideraba su obra vital.
Recuerden que hasta hace muy poco dijo que moriría con las botas puestas.

La tercera y más importante lectura es que a partir de ahora todos los dirigentes del régimen tendrán que mojarse y asumir la verdadera responsabilidad que tienen con el pueblo cubano. Cualquier gesto adquiriría singular importancia. Las causas de todos los hechos tendrán nombres y apellidos. Los nuevos dirigentes deberán aprender a caminar sin el "escudo protector" del comandante en jefe. La responsabilidad de los aciertos y los fracasos descansarán por fin sobre otros hombros.

Si del gobierno, que nacerá el próximo domingo en la Asamblea Nacional, saliera una amnistía general a todos los presos políticos, entonces la señal sería captada por todo el mundo como un guiño positivo al cambio. Pero si, al contrario, opta por la retórica revolucionaria y el discurso es de trincheras, muertos y amenazas entonces nos encontraríamos con más de lo mismo.

Sea cual sea el resultado de este anuncio nos encontramos en el momento del pueblo y sería obtuso sentarnos a esperar a ver qué pasa por allá arriba, hay que exigir como nunca antes un cambio hacia la apertura de la nación, la democratización y la libertad. No deberíamos conformarnos con migajas ni mendigar los derechos que hasta ahora se nos han conculcado.
Vienen tiempos duros pero al final del camino nos encontraremos con esa libertad tantas veces arrebatada. Mucho ojo, ahora es cuando comienza el verdadero juego.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola Candil.
Está muy bien el blog.
He leído una noticia en elmundo que creo que te interesará. El enlace es este:
http://blogs.elmundo.es/elmundo/2008/03/21/elmundopordentro/1206096744.html

Un abrazo.
Rafa.