martes, febrero 12, 2008

En la cama del poder.

Horas de discursos, noches de insomnio, reuniones secretas, movimientos psicológicos, cómo apretar sin romper la rosca, cómo sobrevivir sin ceder, cómo distraer la atención apuntado por la mirada de todos. Qué nueva locura, las marchas, las firmas, los gritos, las cárceles y después qué. Resistir qué y contra quien. Otra vez, “resistir” flota en el horizonte. Las fuerzas políticas se agotan, las económicas se extinguen, los amigos aquellos seres anacrónicos, están fuera de juego expuestos en los ruinosos museos de la Historia.
Del pueblo han salido enanos, deseosos de justicia. No se ocultan. Entonces ¿dónde está el miedo sembrado en tantos años? ¿No hay miedo en Cuba? Y esas firmas. Once mil ya son bastantes, difíciles de ocultar.
Otra marcha, pero no tiene petróleo, ni turistas en los hoteles, ni azúcar en los almacenes. Y las armas están todas a buen recaudo.
Otra vez no duerme, se le fue la mano con lo de Fox, le costó ausentarse de la cumbre, y traer al bocazas de Carter. Venezuela flaquea. Parece que los años pesan y esta vez demasiado. Pero no se rinde, primero todos muertos con él.
No quiere ser pesimista. Siempre sale airoso, ellos siempre fallan. Le ayudan con su desunión, seguro se aprovecha otra vez. Pero los de aquí, a esos si que los encarcelará, les perseguirá, acorralará e intimidará. Les advertirá que esta vez el juego es en serio, de patria o muerte. Y la patria es de él. De ellos... bueno, eso ni se menciona.
Otra marcha, recogida de firmas, muchos gritos. Gritos que no ahuyenten a los turistas. Gritos de niños pioneros uniformados, de mujeres con banderas cubanas. Mujeres mulatas, jóvenes apetitosas y revolucionarias.
Y a la gente qué les dará, no hay baseball, entonces fútbol. El mundial en vivo todo el día. Alzó los precios, y nadie habla del proyecto. “Sin huevos no hay política”, así ya tienen en qué pensar.
Alcanza el sueño, teme dormirse y despertar en otro mundo. Allá también será difícil, le esperan viejos conocidos, no le queda más remedio que resistir en este mundo sin dormir.....

Madrid 2002.

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