sábado, agosto 22, 2009

Juanes por la paz

En septiembre Juanes va a cantar en la Habana. Este hecho ha levantado gran polémica en los medios del mundo, donde se arremolinan la ira, el asombro y la simpatía.

Juanes, el autor de la "camisa negra", ha actuado en la frontera de Colombia y Venezuela, ha cantado en el Parlamento Europeo y ahora pretende hacerlo en la plaza de la revolución de la Habana.

Aquel espectáculo en la frontera colombo-venezolana seguro que tuvo un significado político, un posicionamiento ideológico que nadie cuestionó. Cuando cantó en contra de la pobreza infantil, en Japón, lo hizo con el beneplácito universal, el mismo que le acompaño en su intervención hace cerca de un año en el Parlamento Europeo. Pero cantar por la paz en Cuba, invitado por Silvio Rodríguez nos lleva a varios cuestionamientos.

Juanes es un cantante militante, implicado, filantrópico, hace lo que él considera correcto para una persona de su popularidad. Ha creado un programa llamado “Mi sangre” que se dedica a la atención de las víctimas de las minas antipersonales en su natal Colombia. Es un tipo sensible, al parecer, prudente e inteligente, sin embargo, acepta cantar en la Habana “por la paz”.

Cuando Juanes canta en contra de la pobreza, es porque entiende que existe pobreza en el mundo. Cuando se crea un proyecto para ayudar a las víctimas de las minas, da por sentado la existencia de víctimas. Esa misma lógica aplicada al concierto de Juanes en la Habana significaría, a priori, que Juanes reconoce que los cubanos no viven en paz. Y no está tan desencaminado.

Pero no me imagino cuál hubiese sido la reacción de Juanes si un representante de las FARC le hubiera invitado a participar en un concierto en contra de los secuestros perpetrados por su propia organización. ¿ Habría aceptado? Si un magnate de la industria del armamento le hubiera invitado a dar un concierto en contra de las minas personales, que el mismo diseña produce y comercializa. ¿Habría aceptado? Entonces no se entiende por qué acepta una invitación del nomenklaturado Silvio Rodríguez y el aparatchik Amauri Pérez Vidal.

En Cuba no hay guerra desde hace mucho tiempo, no recuerdo la última que hubo. Por mi mente pasan la guerra de Fidel Castro en la Sierra Maestra en los años cincuenta, también me viene la imagen el papel de Cuba en la guerra fría; la participación de las tropas cubanas en el conflicto bélico del Congo, en Bolivia, en Angola, en Etiopía, en Nicaragua y en todos los sitios que Castro estimó necesaria la presencia militar cubana. Y ahora Juanes acepta cantar en la Habana invitado por el autor de “fusil contra fusil” (Todo el mundo tercero va
a enterrar su dolor
con granizo de plomo harán
su agujero de honor, su canción…….. 
cantarán su luto de hombre y de animal y en vez de lágrimas echar, con plomo llorarán. Alzará al hombre de la tumba al sol 
y el nombre se repartirán. Fusil contra fusil, fusil contra fusil). ¡QUE PAZ!

No obstante, creo que todas las personas deberían gozar de la libertad plena. Y una de las libertades más sagradas del ser humano es la libertad de expresión –que Juanes puede ejercer mediante el canto- no voy a decir que Juanes no debía cantar en Cuba, todo lo contrario, lo que si pienso es que algún mensaje de aire fresco y libertad debería llevar a ese pueblo aislado y esclavizado que vive en "guerra".

Si esto sucediera entonces los titulares del mundo dirían: Juanes en su concierto por la Paz, abogó en Cuba por la libertad de los pacíficos presos políticos, la libertad de expresión y por elecciones libres para el pacífico pueblo cubano y seguro que así volvería a lograr el consenso de sus otras actuaciones filantrópicas.

La paz en Cuba se podrá alcanzar, cuando el pueblo se libere totalmente. Mientras, si quiere, que cante.

sábado, agosto 15, 2009

LA REVOLUCIÓN DE PANFILO

Si es verdad que Pánfilo está preso por decir que en Cuba lo que falta es jama, por qué no hacer lo mismo con Raúl Castro, quien días después, también manifestó que en Cuba se tiene que importar el 81 por ciento de todos los productos alimenticios porque no hay “jama”.


Lo importante de esta tragedia no es lo que dijo, sino la libertad que deberían tener todos los hombres y mujeres de expresarse libremente. Pánfilo, un hombre humilde del pueblo, simplemente habló sobre lo más evidente de la isla: la falta de comida y recibió un terrible zarpazo de parte del gobierno de los Castro.

El régimen se vuelve a equivocar, se muestra autoritario y represivo con los más débiles enviando a la cárcel, por dos años de su penosa vida, a un hombre hambriento que sólo bajo los efectos del alcohol saca valor para decir -en dos minutos- las cosas que andan mal en su país. La dictadura no soporta ni la más mínima de las críticas o la más pequeña muestra de descontento. Se empeña en mostrar a un pueblo unánimemente favorable a la sinrazón de la revolución.

Si nadie trabaja, si no hay comida, si la educación es pésima, si la salud es un sonado fracaso, si los salarios son bajos, si la mayoría de la juventud quiere emigrar, si todos temen, si nadie tiene fe en el futuro ¿Qué pretende el régimen?

La tiranía quiso encerrar a una voz rasgada y embriagada que, martirizándose en nombre de todos los cubanos, pedía comida para su pueblo y ha levando un enorme monolito que dice: EN CUBA NO HAY LIBERTAD, HAY REPRESIÓN.

¡Gracias Pánfilo!


Se puede ver el video de Pánfilo en youtube: Pánfilo en Cuba no hay jama.

JAMA es comida en cubano callejero.


sábado, agosto 01, 2009

LA MUERTE

ETA mata a dos personas. Destroza la vida de dos familias. ETA decide que sólo la muerte es el camino hacia la independencia. ETA piensa que sobre las montañas de muertos que eleva podrá erguirse la soberanía del País Vasco. ETA elige nadar en un mar de lágrimas donde flotan inertes cientos de cadáveres que siempre le acompañarán rumbo a ninguna parte. ETA se jacta de salpicar de oprobio la epidermis española. ETA cree que cada hueso que quiebre, cada corazón que detenga, cada aliento que hiele beneficia a su causa. ETA esculpe viudas y huérfanos para que le acompañen con sus terribles miedos y su atormentada soledad. ETA se revuelca en pólvora y sangre y acecha constantemente. ETA se fanatiza y mata. ETA se acobarda y mata. ETA no lucha, asesina. En una lucha nos matan o matamos. Cuando asesinamos tan solo matamos. ETA no tiene ideología, tiene muertos. ETA tal vez piense que aumentando el número de cadáveres, incrementando la dosis de dolor, subiendo los decibelios de los chillidos de sus víctimas se hará más grande y más fuerte. ETA piensa como los cobardes. Cada charco de sangre creado por el socavón de sus bombas se convertirá en el futuro océano donde sucumbirá ETA y todo su horror. ETA se ha metido tanto en su papel de asesino que tan sólo planifica muertes. ETA ahora mismo se sonríe, allí donde se esconda, y en su mente una obsesión: la sangre y la enajenante idea de la muerte. Con su narcisismo patológico ETA justifica cada asesinato, por eso se nutre de asesinos. Asesinos que solo hagan eso: acechar y matar. La causa de un etarra será aportar más muerte, más dolor. Los etarras otean ensangrentados y continúan su danza mortuoria entre los cadáveres de sus víctimas. Los etarras no se miran al espejo, son asesinos. Los asesinos no tienen rostros ni conciencia, solo muerte. ¡Qué básico todo: La muerte!