domingo, noviembre 16, 2008

Héroes premiados mejor que nada




Por qué seguir al sol, si existen millones de estrellas en el universo. Es sabido que el astro rey tiene manchas y da luz. Pero como dijo el maestro, los hombres buenos miran la luz, los malos miran las manchas.

En esas conversaciones sobre Cuba donde tanteamos la posibilidad de que algo pase y cambie la situación de la isla, muchas veces he oído un slogan: no hacen falta héroes.

Para estar de acuerdo con mis interlocutores deberíamos definir qué es un héroe. Para mi es aquel individuo que incide con hechos, superando la impotencia colectiva, y actúa para lograr una transformación social. En el caso concreto de Cuba estos individuos sortean las más terribles amenazas que paralizan al resto de la sociedad y organizan proyectos para poner fin a la barbarie reinante en la isla desde hace 50 años.

Mis interlocutores, a quienes paradójicamente yo considero héroes ya que por defender su ideal democrático han sufrido persecuciones, cárceles y destierro; sin embargo, piensan que un luchador, si alcanza excesiva notoriedad con premios y primeras planas en los periódicos, puede ser negativo para la causa.

En este análisis parecen obviar que los grandes premios no solo sirven para lograr notoriedad personal, también son llaves de acceso, salvoconductos y pasaportes que permiten a estos hombres llevar su lucha a escenarios imposibles para cualquier desconocido.

Si estos héroes, logran alguna notoriedad internacional por su empecinada labor y obtienen algún premio y su lucha es divulgada por los medios del mundo. ¿Acaso esto no es bueno para todos los que deseamos un cambio?

Claro está, no todos los héroes de la nación aparecen en las noticias ni todos son premiados ni todos son recibidos por los mandatarios del mundo. Pero satisfechos tendríamos que estar cuando un solo héroe cubano es galardonado o su rostro aparece en cualquier informativo del orbe. Teniendo en cuenta, que existen miles de conflictos en el planeta y millones de héroes anónimos luchando para cambiar la realidad de los suyos.

Una de las labores de los órganos represivos del régimen cubano es silenciar la ardua lucha de los opositores, ocultándolas detrás de las columnas de propaganda castrista que intoxican al mundo con la idea de una nación cubana unida monolíticamente, conformada por aguerridos antiimperialistas que construyen el paraíso humano a solo noventa millas de los Estados Unidos. Sin embargo, estos héroes con premio y nombre con su sola existencia enuncian la falsedad de la anterior afirmación.

Estos héroes con nombre y obra sirven de referente a muchos cubanos, incluso, a aquellos resignados que piensan que en Cuba no se puede hacer nada por cambiar la realidad. Estos héroes con nombre y premio, a su vez, premian y nombran la causa de los muchos luchadores anónimos cubanos.

La Historia de la humanidad no es más que la suma biográfica de grandes hombres, y sería imposible escribir la historia presente de Cuba sin hablar de Paya y su proyecto Varela, José Luís Antunez, Las Damas de Blanco, Elizardo Sánchez, Vladimiro Roca, Martha Beatriz Roque y otros muchos que han alcanzado nombre y notoriedad por su labor y dedicación.

Sin la existencia de estos héroes notables la causa cubana sería relegada al plano de otras muchas causas también justas que existen ahora mismo en el mundo. Por eso, creo que es de buen cubano potenciar a estos titanes y cuidarles como se cela a la patria herida que sufre día a día bajo la dictadura.


Así como todos nos sentimos infelices con el oscuro destino de nuestra patria, y nos sentimos encarcelados por la suerte de los héroes opositores al régimen que sufren en las cárceles de la isla, también nos debemos sentir premiados y reconocidos cuando se premia y se resalta la obra de cualquiera de nuestros héroes.

Cada héroe cubano nos representa a todos, pertenecen a esa clase de personas que dejan de ser ellos mismos para diluirse en cada uno de nosotros. Los héroes se sobreponen al terror encarnando el deseo nacional, y canalizan nuestras ideas a través de su voz y de su gloriosa proeza. Tener otra idea sobre nuestros héroes es ser vil e ingrato. Y por eso creo que si hacen falta héroes, si es posible, con muchos premios.