jueves, abril 29, 2010

CARTA A MI AMIGA CHILENA

¿Tú realmente crees que en Cuba hubo elecciones con una amplia participación popular, como dicen Raúl Castro y sus lacayos? ¿Piensas que en Cuba puedes elegir a cualquiera? Sonia, tú y yo vivimos en la URSS en los años ochenta, antes del deshielo, cuando sucedía lo mismo que aun pasa en Cuba donde los únicos que pueden aparecer en las boletas electorales son los miembros del partido comunista o de los CDR. Una persona cualquiera, independiente o representante de un grupo de vecinos descontentos no puede ni portarte por allí.

Las votaciones en Cuba son una farsa, los delegados son preseleccionados por el partido único y si de casualidad se “cuela” alguno no propuesto por el régimen -nunca pasa-, entonces, hacen una purga interna y no sale, recuerda que no hay contraparte, todo emana desde una sola dirección.

Ya lo dijo Raúl Castro, "aquí nadie hace campaña"y verdaderamente la única campaña la hace el partido único, para que voten por sus peones y, estos una vez elegidos, lógicamente defenderán los intereses del poder, muy alejados de los intereses de la mayoría. Lucharán por los intereses del propio Partido Único y en última instancia del jefe supremo.

Ahora te pregunto ¿para qué sirve un delegado? El delegado es una de las personas encargadas de justificar todos los errores del sistema ante la masa descontenta. Observa a Cuba entera e imagínate qué le podría pedir un ciudadano simple a su delegado de barrio, cuáles podrían ser sus necesidades como ciudadano simple. Por ejemplo, si en una asamblea este ciudadano habla sobre la necesidad de autobuses para asistir a su trabajo... Y el delegado le responde: Compañero el bloqueo norteamericano impide que tengamos autobuses. Si pide leche para sus niños, el delegado te responderá: La guerra bactereológica del imperio ha impedido que las vacas cubanas tengan leche. Si pide arreglar las sillas de la escuela de sus hijos. La respuesta será que los materiales escolares los hemos enviado a Venezuela para que los niños venezolanos puedan estudiar. Si le pide una residencia para los desnutridos ancianos del barrio y evitar así que estén en las esquinas vendiendo ilegalmente cigarrillos para poder comer. El “representante del pueblo” le responderá que la prioridad es la defensa de la revolución y sus logros. Si este buen hombre pide cemento para solidariamente arreglar el consultorio del médico de familia, porque tiene goteras y hay una fosa de aguas fétidas en la puerta del mismo, el delegado le llamará contrarrevolucionario e inconforme.


Desgraciadamente a los cuatro años el Partido vuelve a proponer al mismo delegado para volver a votar por lo mismo y vuelta a empezar. Así hasta cincuenta años.

Estos delegados, puestos y propuestos por el régimen, no sirven de nada, no tienen presupuesto, no tienen autoridad, simplemente son una barrera de contención y los primeros de la cola para recibir las migajas que deja caer muy de vez en cuando el gobierno. También son las primeras víctimas a la hora de purgar cuando hay mucha presión en la olla nacional. Será entonces eliminado con una nota: "... el delagado malversó los bienes publicos", nada nuevo lo hizo Stalin por los años cuarenta.


Si estos "representantes populares" impuestos hicieran algo positivo, ahora mismo estaríamos viendo la obra de estos señores después de medio siglo de poder absoluto, sin oposición, llevando a cabo sus erradas políticas.


Amiga mía, abre los ojos. La democracia no es perfecta yo diría que es el instrumento menos malo que poseemos. En Chile os podéis organizar incluso para oponerse al gobierno y no soís perseguidos ni liquidados. Las políticas de vuestros gobiernos dan algunos resultados, llevan a alguna parte y si no, simplemente cambiáis de gobernante. Estoy seguro que de aquí a unos pocos años en Chile apenas quedarán restos del tremendo terremoto sufrido en días anteriores y sin embargo, pasea por las calles de la Habana y verás lo que ha hecho el sismo castrista con nuestras casas, nuestras familias, nuestras escuelas, nuestros hospitales y nuestras vidas. Y dolorosamente pensarás que estás en Haití o en un país similar y no estarás muy desencaminada.


Y te aseguro que si a ustedes los chilenos, por su forma de pensar les persiguieran, entonces me tendrías a su lado y no del lado el gobierno opresor. Lo único que pedimos los cubanos a los chilenos progresistas es que nos apoyen en esta lucha pacífica por la democracia, teniendo en cuenta que el pueblo oprimido somos nosotros y el dictador totalitario es Fidel Castro. Por favor, ayúdennos. VIVA LA DEMOCRACIA.