El descontento sigue asomando sus orejas en las calles de La Habana, esta vez Las Damas de Blanco, se manifiestan en contra del injusto encarcelamiento de sus familiares por parte del régimen cubano, hace más de cinco años.
El régimen respondió utilizando la misma técnica de siempre, los paramilitares bien pagaos contra el pueblo descontento; sus perros de presa contra los rebeldes. El gobierno quiere bronca en las calles pero sigue escondido sin dar la cara y mucho menos, solución a los problemas que acucian a los cubanos.
¡Ping Pong fuera, abajo la gusanera! me pareció escuchar a uno de esos indignos cuando arremetía contra la mejor representación de las mujeres cubanas.
¡Esta calle es de Fidel! ya lo creo y tu alma, y tu casa, y tu vida y todo; porque sois verdugos y esclavos del dueño de las calles, las casas, los barrios y de toda Cuba.
De todas formas, Cuba cambiará, ya se perciben los estertores de esa muerte.
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