Vamos hacer la paz con la guerra, con las armas de la libertad Adelante guerrillero Adelante....con el fuego detrás del fusil, Guerrillero ¡Viva la Paz!...Guerrillero ¡La libertad! Algo así decía el himno del Guerrillero, un himno cubano cantado hasta la saciedad en todos los actos y espectáculos políticos y militares y cantado cada día en el matutino por los niños de todas las escuelas de la isla, incrustando en su mente el mensaje de la necesidad de una guerra justa y necesaria para alcanzar la paz.
Yo, antiguo pionero y cantante de este himno, por antonomasia, también creo que existen guerras necesarias y guerras justas y guerras no necesarias y guerras injustas, guerras sucias y guerras de ideas, donde todo vale con tal de ridiculizar al adversario.
En mi larga experiencia de cubano sin referencia- cuando vivía dentro de Cuba-, oí hablar, por ejemplo, de los beneficios del internacionalismo proletario cuya máxima expresión era participar en una guerra. Las guerras de mi generación fueron las de Angola y Etiopía, incluso algunos de mis amigos de los “camilitos” participaron en la guerra de Nicaragua, camuflados entre los sandinistas. En estas guerras los cubanos, me imagino, mataron y muchos murieron, mutilaron y resultaron mutilados, algunos torturaron y otros fueron torturados, pero eran nuestras guerras esas de "adelante adelante con las armas de la libertad".
Hay otras guerras más famosas dentro de Cuba, “ la guerra de todo el pueblo” traducida en trincheras, caminatas, túneles, marchas, movilizaciones y prácticas de tiro a lo largo y ancho de la isla, para defendernos de no sé qué enemigo que constantemente intenta agredirnos. También en esto de la guerra en Cuba hay modas y la que se lleva ahora es la batalla de ideas o la guerra de ideas que en la realidad se plasma en aplastar a todo aquel que tenga una idea diferente a la oficial, recordándole todo el tiempo de quien es la calle: DE FIDEL.
Sin embargo, ese mismo Fidel encumbrado por la guerra, sustentado y temido por sus guerras -a nadie se le puede olvidar que en 1962 quiso lanzar un ataque nuclear contra Estados Unidos- ahora en la guerra ideológica que ha convertido su convalecencia se extraña, en su última reflexión, que Obama mencione la palabra guerra asociada a la paz. La amnesia del comandante me asombra. ¡Guerrillero adelante, adelante!
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