Otra vez la mafia en el poder actúa empleando terroríficos métodos, enfrentando a un grupo de exaltados, agradecidos de estómagos, con Reinaldo Escobar, el periodista disidente cubano y esposo de la bloguera Yoanis Sánchez. Una vez golpeado y abucheado por está "conga" paramilitar, fue acorralado y montado en un coche para dejarlo tirado en la carretera, lejos del lugar de su manifestación cívica.
Sabemos que no fue “el pueblo”, como dicen los medios oficiales, fueron los paramilitares cubanos, los matones de barrios, los delincuentes a sueldo del régimen quienes cometieron el vil acto.
Ahora es cuando extraño que aquellos transnochados de “izquierda” defensores de los Castro y los Chávez, exijan respeto por la libertad de expresión y se manifiesten en contra de estos actos vandálicos donde se golpea a un hombre, armado solamente de moral, que pretende para su país la libertad de expresión y la democracia.
Deberían estos burgueses de la izquierda, subvencionados y acomodados en su entorno democrático, salir en la televisión con carteles de “NO A LA VIOLENCIA EN CUBA” y así alcanzar algo de coherencia en sus planteamientos.
¿Dónde están los Moratinos quienes dicen que en Cuba progresan los derechos humanos y piden diálogo con el régimen? Acaso no se dan cuenta, no ven lo que pasa en Cuba, acaso pueden permanecer insensibles ante la barbarie.
Los Ghandi cubanos se pudren en las cárceles del régimen, los Mandelas de Cuba mueren torturados, los Solschenizyn, los Kunderas, los Walesa de la isla se desangran ante nuestro ojos y permanecemos impasibles. ¿POR QUÉ?
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