sábado, noviembre 07, 2009

CASTRO...DIME ALGO SOBRE CUBA

Castro no reflexiona sobre Cuba. Todo su poder analítico lo concentra en “solucionar” los asuntos de otras naciones. A través de su afilada critica, visualizamos el “sufrimiento” de los pobres de la tierra y logramos viajar por las entrañas de cada conflicto humano -lejos de las fronteras cubanas-.


El gran estadista no dedica ni una linea ni un segundo de su escaso tiempo a su amado pueblo. Al mantener ese silencio sobre el milagro cubano, tan anhelado por otras naciones, no alcanzamos a comprender por qué esta gran experiencia no se repite en otras tierras del orbe.


Le hemos visto otorgar fórmulas al señor Obama, abogar por el premio nóbel para su colega Evo Morales, arremeter contra el FMI y el capitalismo mundial, mas nos extraña que su aguda mirada no se haya posado en las elegantes y transitables calles de La Habana y su pupila inquisidora no hayan escudriñando las fértiles y productivas tierras de la mayor de las Antillas.


Echo de menos que el ex comandante no le dedique una hermosa reflexión a la clase obrera cubana, felicitándole por tan hermosa obra en cincuenta años, o a los privilegiados pioneros cubanos que estudian en magníficas escuelas dotadas del mejor material escolar del mundo y guiados por experimentados maestros emergentes.


Creo que debería encumbrar en sus escritos a los constructores cubanos quienes convirtieron en borroso pasado los hacinados e insalubres solares cubanos y han levantado confortables viviendas para el pueblo, materializando así la promesa fidelista de hace más de cincuenta años en “La Historia me absolverá”.


Le reprocho algo, que vierta tan poca luz sobre asuntos tan importantes como la libertad de expresión y el papel de las instituciones democráticas en la sociedad, o sea que su idea de democratizar el consejo de seguridad de Naciones Unidas también se cumpla en Cuba.


Me duele que el padre de la revolución se prive de recibir en su casa a representantes de las organizaciones de masas cubanas, y sin embargo, pierda el tiempo frecuentemente con estudiantes y líderes extranjeros a quienes le aconseja cómo solucionar los problemas inmensos de sus organizaciones o países.


Los "asuntillos" de isla no incomodan al ex presidente, si "reflexionamos" con profundidad, comprenderemos que la actual situación cubana es el resultado de un maquiavélico plan muy bien elaborado por Fidel Castro. Su brújula -del futuro luminoso- dentro de Cuba, se convierte en un martillo neumático que hace añicos cualquier atisbo de libertad y creatividad del ya no tan sumiso pueblo cubano.


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