jueves, julio 02, 2009

MORATINOS DELIRA

El ministro de asuntos exteriores Miguel Angel Moratinos dijo que España bajo su mandato mantendrá el clima de diálogo con el régimen cubano. Señaló que “ya se vislumbran algunos resultados de las reformas emprendidas por Raúl Castro” y dijo que la disidencia en Cuba estaba menos hostigada que años anteriores.


Si un ministro bien informado es capaz de decir a todo pulmón algo que no cree, que no ve y que no siente, nada más y nada menos que, en el parlamento democrático español. No queda más remedio que cuestionarse su valía , su honestidad o las dos cosas a la vez.


¿Cómo se puede el amigo Moratinos criticar al ex presidente José María Aznar por haber metido a España en la guerra de Irak, injusta, inmoral y de rapiña; a la vez que se está en connivencia miope y servil al gobierno tirano de la isla de Cuba?


En la guerra de Irak murieron miles de personas en nombre de la petrolibertad, en Cuba ahora mismo y desde hace cincuenta años, mueren cientos de personas tratando de huir del infierno fidelista que tanto desea Moratinos respetar.


Por lo que ha demostrando, con hechos y palabras, las críticas a José María Aznar lejos de ser un compromiso con la justicia y la democracia internacional, no era más que oportunismo político. Cuando somos críticos con las injusticias debemos serlo en general, contra todas las dictaduras, contra todas las lacras y forma de terrorismo, contra todas las violaciones de los derechos humanos. Debemos tener en la picota a todos los criminales y violadores de los derechos del hombre.


No creo que la idea de negociar, conversar, o incorporar a Cuba sea la más sensata en nombre de ningún valor humano; y no creo que el mundo deba obviar el uso de la diplomacia en el caso cubano; todo lo contrario, pienso que en el marco de un parlamento democrático un ministro, como Moratinos, debería, por lo menos, recriminar en algo al tirano fijar su posición y jamás he oído de su boca un: “condenamos al régimen de la isla por tal o más cual violación”, que las hay variopintas, atroces y monstruosas. Mas a Moratinos se le escucha apostar por la comprensión con aquel anacronismo que estrangula día a día a 10 millones de cubanos.


Moratinos debe estar bien informado, por eso no voy a decir que el pobre no se entera y si no es así es por sectario, mentecato y frívolo, teniendo en cuenta que es el ministro de exteriores de la potencia con más influencia en el área en cuestión.


Con Cuba no se puede conversar a no ser que se disponga de mucho tiempo, con Cuba hay que actuar, como se actuó con el sangriento terrorismo de ETA -sacándole de las instituciones e impidiéndoles que se fortalezcan. Por qué se actúa de esa forma contra ETA -utilizando la lógica- y con el sangriento terrorismo cubano se pide diálogo y comprensión. NO ENTIENDO.


¿Obtiene algo del régimen cubano el ministro español? Por qué no se entorpece, por ejemplo, la actividad de las empresas cubanas que explotan a los trabajadores cubanos aquí mismo en suelo español, obligándoles a vivir semisecuestrados en pisos pateras y cobrando salarios inferiores a 300 euros al mes. Hablo de la UNECA y otras empresas de la isla que cuentan con el beneplácito y complicidad (¿cohecho?) de las autoridades locales. ¿Cómo se justifica este doble rasero ante al opinión pública nacional? ¿Es conveniente para España gozar de las simpatías del sátrapa a pesar de sus atrocidades? ¿Se mueve algo por debajo de la mesa? ¿Podremos mirarle a los ojos a los miles de cubanos que son condenados tan solo por desear la libertad de su pueblo? ¿Se imaginan el 20 por ciento de los Vascos fuera de su país huyendo del terror de ETA? Pues en Cuba más del 20 por ciento de la población vive fuera del país y la gran mayoría ha salido en endebles pateras prefiriendo jugarse la vida a sufrir las penurias del régimen vil de Castro.


En honor a la razón, con la dictadura no hay que conversar de nada, mientras esté en pié el cristal que impide la comunicación. El mundo real debería esperar una señal del régimen en la que con actos pida la interlocución. Tampoco pienso que se debe aislar a Cuba económicamente, nada más lejos de mi deseo, hay que buscar que salga de su aislamiento, sin dejar de criticarle por sus constantes abusos en contra de su propio pueblo.


A Cuba hay que ayudarla a democratizarse, ese debería ser el propósito de cualquier gobierno en su política exterior. Pero flaco favor se le hace a los cubanos prestándose al juego político de los Castro sin tener en cuenta, en lo más mínimo, el verdadero origen de los problemas de Cuba: la dictadura terrorista que gobierna la isla desde mediados del pasado siglo conculcando todos los derechos humanos posible. Con Cuba hay que utilizar la diplomacia, pero la diplomacia hostil la que se utiliza en tiempos de crisis contra cualquier régimen que viole los preceptos democráticos de su pueblo. Como se actúa ahora mismo con Honduras, o Irán.


Por convicción no deberíamos ser amigos de los Castro y deseable sería que desaparezcan también de la palestra internacional esos falsos enemigos que le sirven de coartada al régimen de la isla - el embargo norteamericano-. El mundo libre debería utilizar todos los espacios democráticos de la tierra -parlamentos, foros internacionales, y prensa- para repudiar el inhumano, dictatorial y repugnante régimen cubano. Con Castro solamente se debería conversar sobre cuándo va a permitir elecciones libres a su pueblo. Lo demás es rojo delirio nostálgico, cómplice fundamental de los atropellos de la dictadura.


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